miércoles, 3 de noviembre de 2010

Primer día de caza

Llegó a la isla como quien despierta de un mal sueño. Abrió los ojos, se los restregó y se limitó a mirar la espesura verde oscuro que empezaba al acabar la arena.
Aquella misma mañana salió de caza. Afiló un rama larga, recta y cruzó la playa donde quedaron las huellas de sus pies profundamente marcadas en la arena.
Al principio buscó cabras salvajes, monos, pájaros incluso. Pero allí lo único que había eran árboles enormes y moscas.
Moscas grandes.
Y muy negras.
Y ruidosas.
Y aún así, eran moscas difíciles de cazar.

1 comentario:

Kheiron dijo...

La mejor forma de cazar moscas es con un cebo, y ya es por tod@s bien sabido a donde se dirigen siempre las moscas.
Un saludo y suerte en la caza.