domingo, 10 de abril de 2011

No es tan común

No es algo tan común encontrase un papel arrugado, con una frase ―unas pocas palabras a lápiz― en medio de la selva. Por eso el cazador de moscas está apoyado contra un tronco, por eso lee despacio. Estira el papel y se lo acerca a la cara y un segundo después lo aparta deprisa.
Es la prueba ―la única que tiene― de que quizás no está solo en la isla, de que puede haber alguien más.
Es por eso por lo que, cuando las moscas se han posado en los árboles, al atardecer, decide arrojar el papel lejos, muy lejos, y olvidarse de ese pequeño detalle.

3 comentarios:

Carlos Frontera dijo...

¿Mejor solo que mal acompañado? ¿O el cazador es de esos a los que le gusta restregarse en sus propias miserias?

Grato sorpresa encontrame de nuevo con el cazador de moscas.

En tu línea, Arilena: fantástico (en todas sus acepciones).

Arilena dijo...

Jejeje, me ha hecho gracia eso de fantástico en todas sus acepciones.

Le tenía un poco abandonado al pobre cazador, voy a ver si le retomo. Mientras tanto se ha dedicado a vagabundear, y puede que hasta quizás se haya propuesto construir un refugio contra la lluvia.
Es de esos que creen no necesitar absolutamente nada de lo que otros puedan darle. Es por puro terror, creo.

Tesa dijo...

Me ha venido a la mente, al terminar de leer el texto la misma frase que al Viajero solitario: Mejor solo que mal acompañado.
Estar solo. Quizá ese cazador teme que cualquier otra presencia sea perjudicial para sus propósitos.
Un atrapamoscas en competencia desleal.
:)
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