Después de pasarse un par de horas proyectando, mirando fijamente el lugar escogido, desbrozándolo con los ojos y viendo más allá de los troncos de palmeras y cocoteros, por fin el cazador se pone manos a la obra.Tiene que darse prisa, reunir los materiales antes de que caiga la noche. Elige los mejores troncos de árbol, jóvenes pero firmes y seguros para construir las paredes. Para el techo utiliza una red trenzada con las lianas de la selva que luego recubre con grandes hojas de palma.
Se para y descansa. Un poco después cocina un par de moscas. Fritas. Se puede decir que le gustan, mucho. Al ponerse de nuevo al trabajo mira hacia el horizonte. La tormenta todavía aparece lejana, en el mar, pero se acerca.
Sólo media hora después el cazador ha acabado su refugio. Una caseta sólida, resistente, perfecta.
—¿Acaso alguien lo habría podido hacer mejor? —dice orgulloso.
Luego ríe, mirando hacia las moscas, satisfecho, repitiendo para sí esa última frase.
—¿Lo hubierais podido hacer mejor?
Pero es apenas un susurro, o quizás tan sólo el zumbido intermitente de las moscas antes de que llegue la tormenta.
Se para y descansa. Un poco después cocina un par de moscas. Fritas. Se puede decir que le gustan, mucho. Al ponerse de nuevo al trabajo mira hacia el horizonte. La tormenta todavía aparece lejana, en el mar, pero se acerca.
Sólo media hora después el cazador ha acabado su refugio. Una caseta sólida, resistente, perfecta.
—¿Acaso alguien lo habría podido hacer mejor? —dice orgulloso.
Luego ríe, mirando hacia las moscas, satisfecho, repitiendo para sí esa última frase.
—¿Lo hubierais podido hacer mejor?
Pero es apenas un susurro, o quizás tan sólo el zumbido intermitente de las moscas antes de que llegue la tormenta.
3 comentarios:
Me gustan las historias de moscas. Había por ahí una canción de Golpes Bajos, Colecciono moscas, que muchas vece usé como himno allá porr...y pico. Hasta para ligar me han servido. ¿Quieres que te enseñe mi colección de moscas?
Oh, una colección de moscas. Seguro que al cazador le encantaría, hombredebarro. Bienvenido a esta pequeña isla de moscas gordas y zumbonas. Quedas invitado a cuantas cacerías gustes.
¿Resistirá el rufugio el embite de la tormenta? Tanto trabajo, y puede irse al traste de un momento a otro.
(La tormenta inminente ha debido llevarse dos palitos inclindos sobre las vocales:
-En el primer párrafo: desbrozádolo.
-En el último: tan sólo.
Este cazador de moscas está adquiriendo, poco a poco, consistencia de libro. Ya veo el título en la portada, las páginas numeradas...
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